jueves, 27 de octubre de 2016

Una viuda risueña

El espíritu de la comedia francesa del siglo XVII reposa en la sátira y la crítica social. Estos recursos inspirarían populares farsas y vodeviles por más de dos siglos hasta que autores como Eugène Labiche (1815–1888) incorporaron una crítica ingeniosa y aguda a las costumbres de su época.
Entre ellas, “La estación de la viuda” (“La Station Champbaudet”, 1862) es una delicia costumbrista. Su crítica a las rancias costumbres –él provenía de una familia de clase burguesa–, apariencias y matrimonios arreglados bastan para conjurar tramas desbocadas antes de un desenlace alegre.
Se trata de una divertida comedia–vodevil de dos actos equilibrados y frescos plagado de enredos que dirige con cuidado y acierto Norma Berrade. Y del adiós de Lucía Irurita, actriz con 50 años dedicados al arte y 100 obras teatrales, quien se despide entre un final feliz y la nostalgia de los últimos aplausos.

AMORÍOS ILEGALES
Los enredos amorosos sostienen el montaje. La agradable viuda Champbaudet (Lucía Irurita luce con elegancia, naturalidad y frescura) se siente atraída por el joven Pablo Tacarel (funcional y preciso Claudio Calmet), a quien ha confiado el diseño del mausoleo para su marido.
Las frecuentes visitas del arquitecto al apartamento de la viuda son una excusa para ver a su amante, la señora Aglae Garambois, a través de un código sonoro–musical. Este elemento y las rupturas de la cuarta pared irán tejiendo una sólida trama pícara que deleitará a la audiencia. Poco a poco se soltarán situaciones más confusas. El esposo burlado Teodoro Garambois (sobrio Kike Casterot) y el criado Arsenio (divertido José Antonio Buendía) buscarán certezas –si es que hay alguna– entre muecas, afinadas canciones y delirantes escenas del primer acto.

EL ADIÓS INESPERADO
Más aún, cuando en la segunda parte “peligra” un matrimonio concertado entre Tacarel y Carolina (Adriana Cuba), la grácil hija de los Letrinquier (buenos roles de Nicolás Fantinato y Mina Bracamonte). El desenlace de este clásico francés es para verse desde una butaca del Teatro de Lucía que en 2012 fundara la propia Irurita.
El elenco (habría que incluir a César Padrón, Patricia Ayona, Pedro Cáceres, Rosalía Hernández y Mauricio Pappi) es aceptable. En escena, Irurita es más que una viuda risueña, su personaje brilla entre pasajes cómicos y cantados, siendo estos resueltos con esmero y oficio. Un rol a la medida. 
La escenografía realista, el trabajo musical –con algunos desajustes en tiempo– y las luces impecables son aciertos de la producción. Lejos de presagiar un ocaso, “La estación de la viuda” ostenta la vitalidad de Irurita más allá de los escenarios. Es una pionera –la primera actriz en fundar una compañía teatral– a quien se ha de extrañar.

FICHA ESCÉNICA
“La estación de la viuda” de EugèneLabiche
Dirección: Norma Berrade
Elenco: Lucia Irurita, Mirna Bracamonte, Claudio Calmet, Nicolás Fantinato, José Antonio Buendía, Kike Casterot, Adriana Cuba y César Padrón
Las funciones van de jueves a lunes a las 8pm / Domingos a las 7pm
Temporada: Del 22 de septiembre al 5 de diciembre
Lugar: Teatro de Lucía (Ca. Bellavista 512, Miraflores)
Una producción de ACAU

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