lunes, 2 de mayo de 2016

Honor patriota

La Guerra del Pacífico (1879–1883) –o Guerra del Guano y el Salitre, según otros expertos– ha inspirado sesudas reflexiones y ficciones históricas. Tras casi siglo y medio de magros recuerdos, las secuelas de este infausto episodio republicano han perdurado hasta el imaginario presente.
Doña Clara (Lilian Nieto)
Entre versiones oficiales y leyendas popularizadas, Paola Vicente Chocano ha rescatado la heroica resistencia de Lima en “Bajo la batalla de Miraflores. A diferencia de dramas bélicos más fidedignos, la autora dibuja una ucronía lógica e intensa libre de chauvinismos fatuosTales méritos valieron el segundo lugar en el IV Concurso de Dramaturgia Peruana 2012 “Ponemos tu obra en escena” de la Asociación Cultural Peruano Británica. Los infortunios y traiciones que sortean sus héroes –una familia limeña– son el pálido reflejo de un país sin liderazgos ni estrategas.

ENEMIGO OCULTO
Escrita y dirigida con solvencia, la puesta revive –en continuo suspense– el 15 de enero de 1881. Refugiadas en el sótano de un solar de Miraflores, Doña Clara de Garay (un destacado papel de Lilian Nieto) y su hija Julia (una aguerrida Angie Ruiz) aguardan buenas noticias, mientras el reducto construido en Miraflores resiste el avance de los chilenos.
"Bajo la batalla de Miraflores"
Poco después llegará Esperanza (gratísimo trabajo de Valquiria Huerta), la chica doméstica, sin alentadoras nuevas. Con verosimilitud, la autora ha reservado valores cívicos y familiares (el honor y la valentía) a sus roles femeninos. Suyas son la determinación entre luchar o escapar, pero no rendirse. En cambio, disipa dudas sobre los papeles masculinosComo las traiciones de Miguel Iglesias o Nicolás de Piérola, Bajo la batalla de Miraflores” desnuda la felonía camuflada. Esto se aprecia cuando un hombre desconocido (Dante del Águila, de buen trabajo) llega al refugio y se confronta con Marianito (esquivo Sergio Cano de la Torre), el menor de los Garay, desatando la incertidumbre que, quizá, invadía también las filas peruanas.

DESOLACIÓN BÉLICA
Esta distinción de valores –sin connotación sexista– funciona como metáfora en época de crisis. Si la esperanza y la lealtad no relucía en los cuarteles, quedaba en manos de las milicias urbanas y, en especial, de las mujeres. El desenlace es emocionante e impredecible: una mixtura del código de honor de guerra y un sutil toque a reivindicación.
Julia (Angie Ruiz), Marianito (Sergio Cano) y
Doña Clara (Lilian Nieto)
El montaje se pule con los detalles. El sonido de bombas y balas incrementa la atmósfera de peligro inminente, el vestuario bastante pertinente, mientras que los diálogos seducen por la intriga de sus claves. El programa de mano merece una mención especial por su ingenioso diseñoLejos de las coincidencias bibliográficas, Bajo la batalla de Miraflores” es un llamado a las nuevas generaciones aprisionadas en las trincheras del olvido. La lealtad, coraje y rescate de la memoria tan necesarias para las batallas pendientes que pueden librarse también desde escena.

FICHA ESCÉNICA
Bajo la Batalla de Miraflores”, de Paola Vicente
Dirección: Paola Vicente
Elenco: Lilian Nieto, Angie Ruiz, Dante del Águila, Sergio Cano y Valquiria Huerta
Lugar: Centro Cultural Ricardo Palma (Av. José Larco 770, Miraflores)
Temporada: del 8 de octubre al 3 de diciembre
Mayor información en la página de la obra

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