lunes, 28 de diciembre de 2015

El jardín secreto

A un año de su partida, la voz de SaraJoffré (1935–2014) persiste en la memoria. Más por terquedad que por simpatía, diría, y soltaría una carcajada. En sus piezas, escritas con auténtica irreverencia y disconformidad, pueden rastrearse posturas libertarias y un desapego a las convenciones creativas.
Las dos Mónica (Ximena Arroyo y
Jamil Luzuriaga)
En el jardín de Mónica” (1961), uno de sus textos más icónicos, es un ejemplo notable y cabal. Lejos de fugaces nostalgias, Joffré utiliza una mirada “plena y vital” –presente a toda edad– para esquivar los cabes trazados en la realidad. Sus armas son infinitas: la fantasía, libertad e ilusión.
Desde la Asociación de Artistas Aficionados (AAA), un bastión de resistencia escénica que solía visitar Joffré, la puesta cobra un cariz íntimo. No solo por la presencia del director Omar del Águila o Ximena Arroyo, amigos de la autora, sino por revalorar su mensaje valiente en un mundo pusilánime.

UNA NIÑA GRANDE
En medio de acotaciones laxas, aparece Mónica (la lúdica y convincente Arroyo), una niña sin edad que sufre el rigor de la vida. Para huir de ese mundo hostil, se refugia en un paraje abandonado en el que conoce a otros seres tan solitarios como ella. La energía y versatilidad de Arroyo para construir su personaje combinan a la perfección.
La Niña (Ana Santa Cruz)
Junto a ella, los gráciles niños (Ana Santa Cruz y Sergio Ota) merodean este mundo mágico irrumpido por voces de la realidad
El buen trabajo de ambos basta para recrear un cuento de hadas… con desencanto. La presencia del “Alter Ego” de Mónica (acertada Jamil Luzuriaga) adiciona simpatía, locura y encanto primaveral al montaje.
La cuidadosa perspectiva de Omar del Águila parece orientar el montaje hacia un universo infantil, pero sin ser excluyente. Quizá, sea así porque los personajes denuncian su fragilidad entre juegos y comentarios, mientras la puesta transmite alegría, asombro, tristeza o ternura.

PATIO DE ENSUEÑO
Con una escenografía rebosante y preciosista, el trabajo es un deleite para los sentidos. El vestuario (mérito de Carolina Rieckhorf) y los incontables detalles son aprovechados por sus texturas, colores y formas para esbozar un maravilloso terreno para soñar, aunque su apariencia podría distraer.
El Niño (Sergio Ota)
Al rescate salen los diálogos de “En el jardín de Mónica”, que aportan una riqueza sensorial –sonora y visual– por su lirismo vivaz y onírico. Incluso, las acotaciones son una delicia por el humor desenfadado de Joffré, lo que ha generado varias reposiciones desde 2009. 
Este año hubo dos, incluido este montaje. Con osadía y soltura, esta versión es más que un silencioso reconocimiento  póstumo a la dramaturga. 
Explorar sus senderos de infinitas posibilidades es aventurarse por una de las mentes más lúcidas del teatro peruano. Desde Mónica, “una niña que podría tener hasta ochenta años, que es la máxima edad que puede tenerse”, como dice en su prólogo cual presagio cumplido, pervive la voz eterna de Sara.

Créditos de fotos: En el jardín de Mónica

FICHA ESCÉNICA
Dirección: Omar del Águila
Elenco: Ximena Arroyo, Ana Santa Cruz, Jamil Luzuriaga y Sergio Ota
Diseño de vestuario: Carolina Rieckhorf
Lugar: Asociación de Artistas Aficionados (Jr. Ica 323, Lima)
Temporada: 20 21, 22, 27, 28 y 29 de noviembre de 2015
Una producción de la Asociación de Artistas Aficionados
Más información en el fanpage de la obra

viernes, 25 de diciembre de 2015

Espectros y aparecidos

El teatro ha explorado el terror desde la fascinación. A pesar de la ventaja de la literatura y el cine –cuyo lenguaje estético y visual domina este campo–, los montajes escénicos han examinado la naturaleza psicológica detrás de un buen susto. La clave mezcla ingenio, innovación y complicidad.
Mario Velásquez
Sin esa oscura filosofía, el “Circo de los Horrores”, los paseos por “casas malditas” o “campamentos zombis” y otros espectáculos no gozarían de gran popularidad
“Historias de fantasmas” (“Ghost Stories”), una sombría producción estrenada en 2010 en Inglaterra, puede situarse en esa línea creativa. Desde entonces la pieza de Jeremy Dyson y Andy Nyman ha aterrorizado a más de 350 mil espectadores en varias temporadas. Hasta hace pocas semanas, el inusual montaje de una hora y media recaló en el agradable Teatro Pirandello de Santa Beatriz de mano de Los Productores.

LA ÚLTIMA NOCHE
Tras llamativas advertencias –escenas de extremo impacto y tensión y no ser apta para menores de 14 años–, “Historias de fantasmas” apela al asombro de lo desconocido. Lograrlo implica verosimilitud, la cual depende de dos factores: la trama expuesta y la creación de atmósferas.
Renato Rueda
El primer eje funciona: los relatos paranormales se desprenden de extraños casos reales en una conferencia dictada por un experto en parapsicología (Gonzalo Molina). 
Estas evidencias listadas en scienceofghost.com incluyen testimonios y fotos que concitan la intriga y atención del públicoAmbos efectos (el segundo eje) se articulan bien con las locaciones: un depósito abandonado –un versátil y sincronizado escenario–, una carretera solitaria o la habitación de un bebé… A partir de aquí el montaje pierde teatralidad debido a los recursos (estruendos y apagones delatores) del cine de terror.

PUESTA SINGULAR
La dirección de Rómulo Assereto es bastante cuidada. Aborda la franquicia con dinamismo ayudado por un elenco acertado y efectos precisos. El trabajo de Mario Velásquez y algunos matices de Rodrigo Sánchez Patiño sostienen las atmósferas en un par de las cortas historias.
Rodrigo Sánchez Patiño y Gonzalo Molina
Renato Rueda, Gean Pool Uceda y Daniel Cano, de buenos desempeños, logran acentuar otros momentos de desesperación, temor o inquietud psicológica
Y, aunque el cierre de la historia ofrezca un giro inesperado, hacia el final el montaje logra comportarse como una espeluznante cinta en esencia.
Ello no desmerece a “Historias de fantasmas”. Su sutil riesgo y apuesta por un formato de terror –con calidad de espectáculo– propician la curiosidad por el universo de obras misteriosas o fantásticas bajo una mirada sorpresiva y reveladora. Y nada es más revelador que el humano asombro por lo inexplicable.

Crédito de fotos: Los Productores

FICHA ESCÉNICA
“Historias de fantasmas”, de Jeremy Dyson y Andy Nyman
Dirección: Rómulo Assereto
Elenco: Gonzalo Molina, Mario Velásquez, Rodrigo Sánchez Patiño, Renato Rueda, Gean Pool Uceda y Daniel Cano
Lugar: Teatro Pirandello (Cdra. 10 de Av. Petit Thouars, Lima)
Temporada: Desde el 15 de octubre al 13 de diciembre de 2015

domingo, 20 de diciembre de 2015

Miradas imperturbables

La presencia de un paciente ha despertado la intriga en un centro psiquiátrico. Sus desconcertantes respuestas no encajan en diagnósticos clínicos comunes sino que, por el contrario, causan asombro por su aparente normalidad. Ni la ciencia más rigurosa de la Tierra podría con este caso. O quizá sí.
Rantés (Santiago Magill)
Esta extraña premisa inspiró a “Hombre mirando al sudeste” (1986), película de Eliseo Subiela (Buenos Aires, 1944). Luego de la controversia con el filme K–Pax (2001), el guionista argentino adaptó su historia al teatro. Un buen texto convertido en un sesudo montaje en manos de Nadine Vallejo.
La directora juega y potencia una puesta entre la lógica establecida y una más exógena: de mundos posibles. El Museo de Arte de Lima (MALI) trastoca en un refugio de emisarios siderales cuyos mensajes describen órbitas acompañadas de enigmas profundos. La razón entra en conflicto.

VIAJAEROS ESPACIALES
El extraño interno afirma haber venido de un planeta lejano y llamarse Rantés (Santiago Magill disciplinado y deslumbrante). Verlo desafiante e imponente –a pesar de su delgadez– inquieta con su enigmático discurso mesiánico. A su lado, Ricky Tosso logra construir un solvente contrapunto.
Rantés (Magill) y un interno (Casella)
A pesar de las licencias cómicas que destila, logra un personaje equilibrado como Julio Denis, el siquiatra y único amigo de Rantés
La dupla Magill y Tosso contribuye a tejer una trama inexplicable con posturas lógicas para cada uno, silencios precisos, miradas elocuentes y una tensión continua.
Ambos dibujarán trincheras de verdades relativas entre la habitual cordura y la aparente locura. ¿Y si lo aceptado socialmente como real por la costumbre de los siglos es una arcaica mentira? En “Hombre mirando al sudeste” encontrar una postura cómoda pondrá a prueba al espectador.

MUNDOS CONFUSOS
De otro lado, la acertada aparición de una compañera de Rantés (una aceptable Anneliese Fiedler) y uno de los pacientes del manicomio (un correcto Carlos Casella) aportan verosimilitud y dinamismo. La puesta en escena capta suficiente interés aunque solo el deleite dure una hora y media.
Escena de "Hombre mirando al sudeste"
Pronto, el misterio que acompaña a Rantés hace que las respuestas yazcan en una galaxia de temores lejanos
Con buen diseño de iluminación y una escenografía de estética fría, Vallejo delinea escenarios para cazar certezas en un consultorio, una sala de conciertos o un patio solitario.
Pero hay un gran obstáculo: las interrogantes que flotan en “Hombre mirando al sudeste” parecen señales del infinito. Allá donde Rantés perdía su mirada en un éxtasis sideral, una desorientada Humanidad contempla la bóveda celeste como si residiera ahí las verdades que expliquen los destinos más terrenos.

Crédito de fotos: Hombre mirando al sudeste

Ficha escénica
Hombre mirando al sudeste”, de Eliseo Subiela
Dirección: Nadine Vallejo / Asistencia: Juan José Espinoza
Elenco: Ricky Tosso, Santiago Magill, Anneliese Fiedler y Carlos Casella
Diseño de escenografía, vestuario y luces: Juan Sebastián Domínguez
Composición musical: Iván Lorenzana
Lugar: Museo de Arte de Lima – MALI (Paseo Colón 125, Lima)
Temporada: Del 4 de setiembre al 26 de octubre de 2015
Funciones: Viernes, sábados y lunes a las 8pm / Domingos a las 7pm
Producción: Ana Celia Salazar y Silvia La Torre
Información adicional en la página de la obra

sábado, 12 de diciembre de 2015

El escape perfecto

A veces la vida trae visitas inesperadas. Recuerdos que escarban en el pasado para rescatar los trozos de una existencia inconclusa. En “Salir, revelador texto de Daniel Amaru Silva, sus personajes enfrentan las decisiones que doblegaron su ímpetu hasta convertirse en escapistas profesionales.
Elenco de "Salir"
Pero escapar ileso es difícil. Entre desvaríos y momentos de desencanto, la vida siempre buscará saldar las viejas deudas. Esta es una de las líneas de esta obra que ha sido pulida con esmero desde su primer borrador, cuando fuera seleccionada en el I Festival de Dramaturgia Sala de Parto (2013)Rodrigo Chávez y Amaru Silva –dupla de jóvenes directores que han entregado logrados montajes desde Soma Teatroaprovechan un texto redondo bajo una dirección sobria y dinámica. Como con “Presunto culpable” o “Metamorfosis”, esta pieza alcanza elogios por su original puesta en escena.

HISTORIAS PARALELAS
La vaga comodidad de los finales abiertos le ha valido a Alonso (sólido y logrado papel de Carlos Mesta) una exitosa carrera literaria. Sus libros describen la esencia de su vida: elecciones esquivas que determinaron su identidad o felicidad: su vocación de escritor o el amor de su vida fueron producto del azar.
Alonso (Carlos Mesta)
Esas casualidades han definido su relación con la grácil Mapi (sólido trabajo de Ebelin Ortiz) y con su mejor amigo Sebastián (Nicolás Fantinato, tan tierno y entrañable).
Recluido en un hospital por una curiosa circunstancia (sus débiles costillas), el escritor se enfrenta al epílogo que jamás quiso escribirEn torno a ellos orbitan dos plausibles dicotomías: Madre / Padre y Enfermero / Doctora. Alexa Centurión y Oscar Meza, una dupla funcional y coherente, sostienen ambos roles. Centurión aporta un dramatismo a sus huidizos roles, mientras que Meza resuelve su personaje con gracia natural y carisma.

DOLORES Y AUSENCIAS
Los personajes de Daniel Amaru son carentes y, en esencia, solitarios. Verlos situados en una inteligente disposición de sillas y el pulcro escenario (apenas unos biombos) crea un vínculo visual bastante fuerte con los espectadores. Este recurso sitúa al público como un observador inquieto, nada pasivo.
Rodrigo Chávez y Daniel Amaru Silva
Las miradas directas intensifican el drama. 
Los giros y el cariz de las actuaciones dibujan las atmósferas precisas: un diálogo sutil, la pugna entre el pasado y el presente, una confesión juvenil o el desencuentro de los padres. La puesta no defrauda, a pesar de una desconcertante voz en off.
Internarse en “Salir” es trazar una honesta ruta –con atajos marcados por derrotas y alejamientos– hacia uno mismo. Este esfuerzo conjunto (Soma Teatro y Sala de Parto) revela la magnitud de las decisiones que uno toma o deja pasar cuando se ha llegado al final del camino.

Crédito de fotos: Soma Teatro

FICHA ESCÉNICA
Salir”, de Daniel Amaru Silva
Dirección: Daniel Amaru Silva y Rodrigo Chávez
Elenco: Carlos Mesta, Ebelin Ortiz, Nicolás Fantinato, Oscar Meza y Alexa Centurión
Lugar: Alianza Francesa (Av. Arequipa 4595, Miraflores)
Las funciones van de jueves a lunes a las 8pm
Temporada: Del 19 de noviembre al 14 de diciembre
Más información en el evento
Una producción de Sala de Parto y Soma Teatro

lunes, 7 de diciembre de 2015

Intereses corruptos

Nada es gratuito en política. Ni sus intrigas, venganzas o aparentes méritos. Ya sea desde la carrera más intachable hasta las más mediocres y oportunistas candidaturas, todas conviven bajo el manto de la sospecha. Como lo apreciado enAnomia”, un logrado texto del español Eugenio Amaya
Encuentro de Carmen (Claudia Bérninzon)
y Matías (Juanjo Espinoza)
La historia, un nuevo riesgo de Panparamayo, se inmiscuye en los recovecos oscuros de un partido político ficticio afincado en una provincia cualquiera. Con agudo ingenio y afilado cinismo, se abordan los entretelones de esta peculiar agrupación con miras a una futura elecciónSerá inevitable tropezar con incontables paralelismos descritos por el autor. Ese insumo es capitalizado con mordacidad y desenfado por su director Daniel Neuman. Su hábil mirada para encontrar humanidad en la política marcó su aplaudido debut y dejó un certero mensaje para el futuro elector.

REPARTIJA ESCÉNICA
El detonante es Puerta Dorada, un inminente escándalo que compromete a esta cúpula partidaria. Evitarlo implicará convencer a que Carmen (una comprometida y calculadora Claudia Bérninzon) una de sus militantes estrellas, renuncie. La situación revelará negociaciones tan viles como sus personajes.
El alcalde Nicolás (Sandro Latorre)
Por si fuera poco, el destino de la implicada se decide en el desván de una decadente casona. 
Por ahí desfila el joven Matías (logrado trabajo de Juanjo Espinoza), secretario de organización, con una personalidad bienintencionada y arribistaO el alcalde Nicolás Gutiérrez (excéntrico y perfecto Sandro Latorre), cuya lucidez despega con cada copa que “bebe” en escena. Entre estos antihéroes, destaca Ignacio (Carlos Victoria, en una faceta elegante y desafiante), como hombre fuerte del partido, quien reluce por su frialdad  casi gansteril
Ante ellos, rninzon no se amilana, sino que transita entre la sutileza y la ferocidad para sobrevivir en esa jungla. Incluso, cuando su esposo Arturo (un solvente Paco Solís Fúster, a pesar de su breve aparición) es utilizado como un recurso para lograr su declinación. El final es completo.

CIENCIA INEXACTA
En “Anomia” las casualidades no existen. Con tales antihéroes –identificados rápidamente por el imaginario popular–, la puesta sacude el criterio común. Las referencias partidistas y la coyuntura electoral orquestan una sinfonía capaz de inquietar a su selecto público (15 personas por función).
Ignacio (Carlos Victoria) y Arturo (Paco Solís Fúster) 
Un efecto catalizador en cada lugar en donde prosperen los vicios del sistema político
“La codicia, la falta de escrúpulos, los mecanismos que convierten a nuestros representantes en carne de soborno son el pan de cada día”, como describe ciertamente Amaya en el programa de mano. En manos de un agudo observador como Neuman y el vigente texto del autor español, Anomia alcanza algo más que una fugaz desilusión. Circunscribe al teatro como un deber cívico –tan poderoso como el sufragio– al consolidar un comprometido montaje que podría dar alguna luz en las próximas tinieblas electorales.

Crédito de fotos: Eric Balon / Lima  Vaga

FICHA ESCÉNICA
Anomia”, de Eugenio Amaya
Dirección: Daniel Neuman
Elenco: Carlos Victoria, Claudia Bérninzon, Sandro La Torre, Juanjo Espinoza y Paco Solís Fúster
Las funciones son los martes y miércoles a las 8pm
La temporada va del 10 de noviembre al 16 de diciembre
Lugar: Casa Panparamayo (Barranco. Dirección exacta al hacer la reserva)
Reservas e informes: mimascara@gmail.com
Entrada General (S/. 40) y estudiantes y jubilados (S/. 30)
Una producción de Panparamayo

viernes, 23 de octubre de 2015

La vida misma

Si la ficción y la realidad se cruzan, ¿cómo no desafiarlas en escena? La pregunta que, por mucho tiempo, rondó la mente de David Carrillo lo llevó a una etapa de febril creatividad que culminó con “Lo que nos faltaba”, pieza de largo aliento que recoge su largo aprendizaje de referentes de comedias en inglés.
Manolo Saldívar (David Carrillo)
Como director ha dedicado su vida a la comedia negra, la ironía y el humor corrosivo en múltiples formatos. Algunos ejemplos son “Demasiado poco tiempo”, de David Ives; “En la otra habitación”, de Sara Ruhl; “¿Qué tortura?”, de Christopher Durang; o “Puertas comunicantes”, de Alan Ayckbourn, uno de sus preferidos.
En su primera aventura como autor, Carrillo recrea los enredos y deslices previos al estreno de una obra de teatro —delineada entre la ficción meta teatral y situaciones hilarantes— bajo su sello (reflexivo, honesto, burlesco y apasionado) de director. Una lección de convivencia introspectiva de alto riesgo.

TELÓN ARRIBA
En la obra, sin embargo, ambas facetas de Carrillo juegan en dupla. Interpreta a Manolo Saldívar (Carrillo en su exacta dimensión), un director de mediana edad que observa cómo a días de iniciar temporada se ciernen todo tipo de problemas existenciales, profesionales y sentimentales.
Asistente (Bouroncle), Director (Carrillo)
y productor (Buendía)
Sus delirios y temores se fusionan en una dimensión fantástica de la que emergen seres complejos y vulnerables. Sin abusar de los estereotipos, se aprecia a la oportuna asistente (la grácil y camaleónica Alejandra Bouroncle) o el histérico productor (muy divertido rol de José Antonio Buendía).
En escena, está la pareja estelar (Carol Hernández y Claudio Calmet, de buen trabajo como una dupla conflictiva e imposible). Junto a ellos, está la esposa de Saldívar (un profundo trabajo de Andrea Fernández), cuyo papel reconstruye la esencia dramática de esta comedia usando un artilugio cotidiano.

LOS LÍOS OCULTOS
La entramada lista de conflictos se resuelve sin efectos cursis sino que, por el contrario, se torna sublime y poética hacia el final. Con un humor rebosante y desenfadado, Carrillo revela sus aspiraciones y dudas como autor/director debutante mientras su elenco —real y ficticio— brilla por su humanidad.
Elenco de "Lo que nos faltaba"
Para lograrlo, el montaje recurre a los paralelismos divertidos entre la vida y el teatro. La escenografía divide un mismo proceso —el escenario y las butacas, la sala de estar y la escena final…— con una acertada sincronía que detalla el milimétrico desempeño de la dirección y los actores.
Carrillo entrega lo que aprendió en su prolífica experiencia sobre y detrás de escena. “Lo que nos faltaba” refleja con pasión y honestidad —algo que desborda este grupo humano— una faceta de su cotidianeidad. Y es lo que nos faltaba sentir en escena: un teatro que latiera al ritmo del corazón.

DATO: Una de las primeras experiencias de David Carrillo como autor sucedió con “Sombras nada más”, pieza corta apreciada en la muestra final del VII Taller de Formación Actoral de Plan 9 en 2012.

FICHA ESCÉNICA
“Lo que nos faltaba”, de David Carrillo
Dirección: David Carrillo
Elenco: David Carrillo, José Antonio Buendía, Carol Hernández, Claudio Clamet, Alejandra Bouroncle y Andrea Fernández
Lugar: Teatro Larco (Av. Larco 1036, Miraflores)
Las funciones van de jueves a lunes a las 8pm / Los domingos a las 7pm
La temporada va del 17 de setiembre al 13 de noviembre
Una producción de la Asociación Cultural Plan 9

lunes, 12 de octubre de 2015

Clímax a tientas

La fugaz contemporaneidad ha seccionado la vida en caprichosas escenas de corta duración. La inusual y algo explosiva, ClímaX!” parece inspirarse en este ajetreado entramado de horarios de oficina y anhelos existenciales que rodean a los gráciles personajes de sus seis historias.
El divertido elenco de "ClímaX"
Antes de llegar al Perú, la pieza alcanzó un buen cartel: una temporada de tres años en España, de donde procede su dramaturgo Alejandro Melero, y un próximo estreno en Francia
El montaje dirigido por Gerardo Díaz y Antonella Esposito en el cada vez más activo Teatro Ensamble de Barranco cumple con ese rigorÁgiles y atractivas, las historias mezclan una estética retro y música disco con el desenfado y la gracia de sus personajes. Entre ellos, dos jóvenes que “comparten eternidad”, una pareja de lesbianas, un gigoló agobiado, dos amigos de toda la vida… ¿A qué rumbo los llevarán sus decisiones?

VAIVÉN SENSORIAL
El ritmo dramático de ClímaX!, mérito de su dirección conjunta, recorre con solvencia el drama, la comedia y los resquicios del absurdo. Ello le sirve para trascender de una dimensión más pura —como la bella primera historia: dos jóvenes muertos en el cementerio— hacia otras más mundanas.
Una hilarante escena de "ClímaX!"
Sin embargo, la pieza celebra su “orgasmo” con relativa precocidad. En las dos siguientes escenas (la pareja de chicas que busca un donante de esperma y los dos grandes amigos que afrontan la erección permanente de uno de ellos), el montaje conserva ese cariz desenfrenado y explícito para la comediaEste buen momento es ligeramente opacado por la dramaturgia de la segunda mitad. No es perdida de interés sino la presencia de modismos españoles que pudieron suprimirse y la reiteración de premisas —los frustrados encuentros sexuales y clichés sobre lo gay— lo que agotan un poco el montaje.

DILEMAS DE VIDA
Junto a eso subsiste un riesgo: varias historias podrían resolverse en menos tiempo del asignado. A pesar de ello, el desempeño actoral brilla por su atinada regularidad (Andrea Luna y Gabriel Gil) y solvencia (Piero Negrón y Valeria Bringas). Por eso la combinación actoral resulta esencial en la puesta.
Antes de cada historia
Por ejemplo, Negrón y Luna encarnan con ternura a dos almas solitarias; luego resulta divertido observar a Gil y Negrón como dos amigos en un extraño momento íntimo; o a las hilarantes Luna y Bringas como una pareja lésbica en pleno dilema; o a Gil y Bringas en una reveladora sesión de masajes.
El intercambio de escenas es precedido por un pasaje coreográfico y visual muy contagioso. Con tales paroxismos y emociones importadas desde más allá de los charcos, ClímaX!” cautiva, ruboriza y somete a su público en un vaivén pícaro, placentero y risueño con un resultado que exigía mayor plenitud y locura.

FICHA ESCÉNICA
 “ClímaX!”,  de Alejandro Melero
Dirigida por: Gerardo Díaz y Antonella Esposito
Elenco: Andrea Luna, Gabriel Gil, Piero Negrón y Valeria Bringas
Las funciones van los viernes, sábados y domingos a las 8pm
La temporada va hasta el 18 de octubre
Lugar: Teatro Ensamble (Av. Bolognesi 397, Barranco)
Fotografía: Úrsula Pizarro
Producción Ejecutiva: Bonnie Luyo
Una producción de la Asociación Cultural La Oscura Raíz del Grito
Más información en el fanpage y evento de la obra
Reservas e informes en climaxteatro@gmail.com

viernes, 25 de septiembre de 2015

Tiernísima locura

Existe un reino sempiterno habitado para seres esquivos y solitarios. Nadie sabe dónde queda con exactitud pero entre los senderos dramáticos de “Tiernísimo animal / La luz de la lluvia”, escrita con fresca delicia por Juan Carlos Méndez a finales de los noventa, suele llamarse UGBE.
Desiré (Daniela Trucíos) y
Emmanuel (Alonso Romero)
En sus confines irreales, la frustración y el amor pueden ocultarse mientras los sueños doblegan la tediosa realidad. 
Desde ese refugio perdido en la imaginación, dos personajes de mirada febril y honesta envuelven a los espectadores en una travesía mágica, intensa y desbocada.
Luego de dirigir en escenarios alternativos (Galpón Espacio, Kasa Kambalache y Espacio Libre) Fito Bustamante vuelve a Barranco, esta vez, a la colorida Casa Nunaywasi. Aquí el director de teatro independiente ha construido un montaje de una poética cuidadosa, inusual y delirante.

LIMBOS DIFUSOS
El “reino”dominado por cajas de cartón, libros e inscripciones crípticas en una disposición curiosa– alberga a dos aplicados personajes. La dinámica entre ambos retratará las leyes lógicas que rigen esta imaginaria corte que gobierna el “rey” Emmanuel (atrevido papel de Alonso Romero).
El rey Emmanuel
De carácter quijotesco y soñador, el alucinado monarca es asaltado por frecuentes episodios de lucidez que evidencian su resignada soledad y anhelos frustrados. 
La dulce complicidad de Desiré (un equilibrado trabajo de Daniela Trucíos) aporta no solo pizcas de seriedad y cordura, sino que se mimetiza en el desvarío de UGBE.
Su presencia da sentido a la locura de Emmanuel: quiebra el frágil cristal de sus ensoñaciones, descubre sus temores y –posteriormente como Raúl– defiende sus ideales desde ese rincón etéreo
Sin embargo, lo conseguido por Romero y Trucíos con ingenio y energía en escena no alcanza para redondear el montaje.

ESCAPE DE UGBE
Más allá de las escenas sublimes (el baile bajo luces fugaces) o lúdicos (el uso de roles o juegos de palabras), por momentos Tiernísimo animal...” se diluye entre anécdotas evasivas y azarosas. La puesta genera expectativas, pero no muy funcionales tornándose extensa aunque no lo sea.
El reino de UGBE
A pesar de la interiorización de personajes y los deslices en tiempo, la pieza logra convertir a UGBE en una metáfora de infinitas interpretaciones
Ese juego de misterio no decae, sino que potencia la historia de un amor en busca de locura, certeza y pasión alejada de temores e inseguridades. Eso sí, Tiernísimo animal...” no plantea soluciones ni escapes de UGBE. Es un espejo sobre el cual no se reflejan los ensimismamientos que dan un respiro de la realidad. El único peligro, resuena en el epílogo, es sentirse cómodo en aquella cárcel adornada de ilusiones y esperanzas vanas por miedo o egoísmo.

FICHA ESCÉNICA
Tiernísimo animal / La luz de la lluvia”, de Juan Carlos Méndez
Dirección: Fito Bustamante
Asistencia de dirección: Shantall Vera
Elenco: Alonso Romero y Daniela Trucíos
Lugar: Casa Nunaywasi (Morelli Colón 105, Barranco)
La temporada va del 3 al 27 de setiembre
Las funciones son de jueves a domingo a las 8pm
Más información en la página y evento de la obra

sábado, 12 de septiembre de 2015

La belleza del silencio

Alejada de las habituales convenciones de los dramas basados en texto aparece “Los Regalos”. Contada entre luces y sombras, describe las vicisitudes de una familia integrada por hombres: un padre y sus dos hijos anclados en una dimensión de texturas rústicas y nostálgicos recuerdos.
Esta propuesta de la Compañía de Teatro Físico, extraída del rincón de las evocaciones familiares, revalora el movimiento como principio de expresión básico. El resultado demuestra que cuando la multiplicidad de códigos en el lenguaje escénico se quiebra, se pueden arribar a nuevas rutas de creación.
Escrita por Federico Abril y Fernando Castro _quien también la dirige_, esta pieza impregna de una silenciosa poesía y fugaces contraluces las noches del Teatro Ensamble de Barranco. Una lección sublime y agotadora sobre cómo aprender a ser padres o hijos mientras la vida nos pone a prueba.

POÉTICA SILENTE
Salvo las palabras de las proyecciones, la historia es narrada con códigos no verbales. La ternura de las primeras escenas revela a un adusto Padre que, sin experiencia debe afrontar la crianza de Hijo Mayor e Hijo Menor sin una figura maternal que curiosamente no se extraña.
La naturaleza lúdica de estos pasajes presagian la esencia de la pieza: energía, entrega y muchos desafíos. Entre ellos, el uso de máscaras (cerca de una hora) exige a que los destacados Cabello, Cardozo y de La Rocha pulan sus actitudes e interpretaciones para reflejar sus miradas y expresiones.
La puesta aprovecha los matices dramáticos, performance acrobática y frescura del clown. El elenco domina estos códigos y los sostienen narrativamente con solvencia gracias a proyecciones multimedia y las dulces canciones de La Lá, aunque con una intrigante presencia del inglés en varios de estos elementos.

VIDA A OSCURAS
Con esta obra, la Compañía de Teatro Físico imprime su sello con esfuerzo en escena y claridad dramatúrgica. La pureza de las acciones es un testimonio honesto de la dinámica familiar: las partidas, ausencias y soledades que conlleva crecer y madurar. Una batalla rendida al tiempo.
La metáfora de vida (encerrada en una caja de zapatos) trasciende los idiomas para un público que, en su mayoría, supo lidiar con la carencia de diálogos, rostros cubiertos y linealidad alterada de su trama. A pesar de ello, “Los Regalos” se convierten en un montaje de una poética novedosa y reveladora.
Y lo es porque Castro y su elenco invierten mucha pasión, vigor y ternura. La elegancia de los silencios ilumina el escenario, mientras que una atmósfera empolvada de tejidos desgastados denuncia su humilde condición. Desde afuera, el frenesí del movimiento gobierna las miradas y los corazones hasta llevarlas a una intensa catarsis.

FICHA ESCÉNICA
Los Regalos”, de Fernando Castro y Federico Abril
Dirección: Fernando Castro
Elenco: Diego Cabello, Eduardo Cardozo y Miguel de La Rocha
Lugar: Teatro Ensamble (Av. Bolognesi 397, Barranco)
Las funciones van de viernes a domingo a las 8pm
La temporada va hasta el domingo 20 de setiembre
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